Lecturas del 2016: Retos, libros y más

31.12.16

¡Hola a todos! Lo habitual es que a estas alturas del año hagamos recuentos, rankings y demás, así que corresponde comentar mi 2016 en términos de lecturas, y hacer un mea culpa con respecto a los objetivos y metas propuestos.

Como he comentado en otros post, a principios de año recibí mi título de arquitecta y allá por abril me incorporé al mundo laboral. Esto supuso un cambio rotundo en mis hábitos de lectura; primero, porque mi tiempo libre se redujo drásticamente, y segundo, debido al cansancio mi capacidad de concentración se deterioró hasta el punto en que casi debo leer en voz alta. Así que vamos, el Goodreads Reading Challenge fue un fracaso de proporciones épicas. Menos mal que a estas alturas ya no me importa fracasar los retos. De los 52 libros propuestos (1 por semana era la idea) alcancé a llegar a 35 (con 3 lecturas en curso), lo que lamento porque la mayoría se concentraron en enero y febrero; el resto del año leí un libro cada 3 semanas, en promedio.

Si revisamos My Year in Books, esa simpática aplicación de Goodreads que hace un resumen por nosotros, es fácil distinguir donde estuvo lo mejorcito (desde mi punto de vista, obvio), aunque igual traje mi propia gráfica para aderezar este ejercicio.

La batalla entre mi amada Marissa Meyer y la diosa Robin Hobb fue sanguinaria. Este 2016 leí Cress, Fairest y Winter —de la saga Crónicas Lunares— y todas fueron lecturas suculentas, entretenidas y me brindaron muchos feels. Marissa Meyer es una autora a la que no le perderé el rastro. Por otro lado, descubrí a la diosa con su trilogía Las Leyes del Mar, con la que me obsesioné. Hobb es impresionante, subyuga al lector y lo sumerge en mundos muy bien construidos. No soy capaz de elegir entre ambas, sorry.

Destaco también mis relecturas de Jane Austen gracias al Club de Lectura Dear Jane, en el que he fangirleado de lo lindo con Angie, Kathe y Priscila. El club ha sido tan exitoso que ya tenemos planes para continuarlo después de leer la obra de Austen. Así que tenemos para rato porque el té y los dulces son de lo mejor.

Con respecto a aquellas lecturas decepcionantes, si miro a la rápida, puedo decir que el premio se lo lleva Vida y muerte, el fanfic gender bender de Stephenie Meyer, aunque le sigue muy de cerca El medallón del sol negro de Alberto Rojas. Del primero nada que decir. Del segundo, en cambio, siento mucho que no haya sido de mi agrado. Comenté en la reseña que agradecía las reminiscencias a Emilio Salgari (autor que disfruté en mi adolescencia), sin embargo, más allá de eso, El medallón del sol negro no me dejó huella. Lamentablemente, en mi mente seguía viva la trilogía de Las Leyes del Mar de la diosa; por ende no había punto de comparación. Fue inevitable que la novela de Rojas cayera en desgracia.

Los retos… Uf, ni hablar. Todos incompletos. Aplausos para mí, por favor. ¡Incluso el propio! (Quiero esconderme bajo una roca). El que más siento haber fallado, y al mismo tiempo no, es el de No acumules, lee, donde pude eliminar algunos pendientes de mi TBR durante los meses de enero y febrero, cuando estuve descansando, aunque por culpa de FILSA y los cyberdays se añadieron el doble, jeje. Conociéndome, diré los primeros días de enero que no participaré en retos, pero ya en febrero podrán ver una serie de entradas alusivas. Siempre caigo en la tentación.

¿Qué espero del 2017?

Leer. Sin más. Sin presiones, sólo por gusto. Y tratar de organizarme lo suficiente para poder dedicarle tiempo al blog y a otros hobbies.

De lo demás, que sea lo que depare la vida. Planificar, a estas alturas, ya no tiene sentido. Aprendí mi lección xD

Gracias por acompañarme este año. Valoro mucho que estén aquí, de verdad. Espero que su 2017 sea exitoso y sigamos compartiendo el amor por los libros. Un abrazo gigante.

Qué leer: Diciembre 2016

20.12.16


Novedades del mes en curso que son de mi interés,
o que ya he leído y debo recomendar.
¡Hola! ¿Cómo han estado? Yo con mucho trabajo, como es la tónica desde hace meses. Espero poder llegar a una etapa en que el trabajo sea el trabajo y no involucre pensar en él todo el santo día.

Dejando a un lado mis lloriqueos, les cuento que la sección de novedades vuelve renovada. En sus inicios esta sección entregaba casi toda la información de casi todas las novedades del mes, incluyendo la sinopsis, para luego pasar a una versión resumida con solo aquellos títulos relevantes para mí.

Sin embargo, creo que ha llegado el momento de replantearla. El tiempo es oro, ya lo saben, y además, la rutina mata el interés. Así que en Qué leer simplemente daré a conocer mi opinión sobre los nuevos libros en circulación en el mercado, y sólo en casos bien puntuales. Para lo demás, estoy segura que podrán conocer las novedades en otros blogs o en las mismas páginas de las librerías. En resumen, pretendo que esta sección sea algo más potente, y no una simple lista de lecturas. Así que vamos allá. No sé si esto vaya a resultar, pero que no se diga que soy una miedica.


Brandon Sanderson es ese autor que he querido leer hace mucho tiempo. Mi inclinación por la fantasía me ha apartado de la ciencia ficción, sobre todo aquella más purista. Puede ser que Sanderson no calce dentro de ese apartado (no soy una erudita, estoy elucubrando), pero para mí sí representa una parte de ese subgénero que hace mucho no disfruto. Junto a Dan Simmons y sus Cantos de Hyperion, es un must read que debe ser conseguido en un momento u otro. Lo más probable es que empiece con los autoconclusivos de Sanderson, no sé si con este o con Elantris. Tal vez ustedes me puedan orientar. Eso sí, esperaré el cyberday de abril, lo conseguiré con Seba suertudo o lo buscaré en la biblioteca. Me duele el bolsillo.

Winter es la conclusión de las Crónicas Lunares, y si corren a leer mi reseña (y si revisan mis comentarios en instagram, twitter y cuanta red social se les ocurra) podrán corroborar mi amor incondicional hacia esta saga. Winter supuso ese cierre épico y la triste despedida de un mundo y personajes que me conquistaron.

El domingo, en el conversatorio, conversaba con Yessenia (la nueva integrante del club de lectura Jane Austen) sobre cómo esta saga es una ópera: no se la puede juzgar por el primer movimiento sin haber leído los demás. Es un todo, se retroalimenta a sí misma, y abandonar las Crónicas Lunares sólo porque Cinder peca de introductorio es un error abismal. Las Crónicas Lunares crecen con cada página, sus personajes evolucionan, su villana se devela cada vez más retorcida, Iko es más y más divertida. Además, hay personajes para todos los gustos: si no te agradan Cinder y Kai, puede que Scarlet, Wolf, Thorne, Cress, Winter, Jacin o Iko se ganen tu corazón.

Así que si no le han dado una oportunidad, que no los disuada el precio (Zig-Zag, se pasaron con el precio, tengo que decirlo).

Por último, ambos libros los encuentran ya en librerías nacionales.

Nos estamos leyendo. Si sobrevivo al trabajo.

Conversatorio: Literatura y redes sociales

10.12.16


¡Hola queridos lectores! Esperando que se encuentren muy bien, les informo que el día domingo 18 de diciembre estaré participando en el conversatorio "Literatura y redes sociales". Angie me invitó cordialmente a sumarme a esta actividad en la que, junto a otros bloggers, booktubers y bookstagramers, se interiorizará a los presentes en las distintas plataformas virtuales de fomento lector, y se analizará cómo las redes sociales pueden ser una herramienta para capturar la atención de jóvenes y lectores incipientes.

El conversatorio se realizará a las 16 hrs. en la Biblioteca Viva ubicada en el Mall Plaza Trébol (Concepción, Chile), y están más que invitados a asistir y contarnos su apreciación y experiencias.

La interfaz de Goodreads… o por qué todo tiempo pasado fue mejor.

9.12.16



En este mundo globalizado, donde todo avanza a pasos agigantados, no es atípico que las redes sociales, motor de millones de palabras que se cruzan de un extremo a otro, busquen “ofrecer mejor opciones” a sus usuarios a través de actualizaciones de interfaz o servicios, entre otros.

Goodreads no es la excepción. Por eso, no es de extrañar que después de mi exilio bloguero (del que regreso, quiero creer, en gloria y majestad) casi escupiera mi té negro con arándanos al ver que Goodreads se había convertido en Facebook, una de mis peores pesadillas.

¿Acaso importa?, se preguntarán algunos. ¿No estará siendo un poco melodramática?, pensarán otros.

Sí, puede ser. Hay cosas que me las tomo a la ligera, otras más en serio. Y me pasa que los cambios reiterados me chocan un poco, como que me trastornan, sobre todo porque estoy acostumbrándome a un modo, y zas, que no, que te meten otra interfaz entre ceja y ceja y para colmo es peor que la anterior.

Goodreads que es una red que me gustaba mucho utilizar… hasta ese cambio. Ahora la detesto. Y echo de menos ir actualizando mis lecturas, ponerle estrellitas, comentar las de otros, etcétera, etcétera.

Quiero que vuelva el viejo Goodreads, ese GR vintage que no me causaba dolor en los globos oculares (no es broma).

No entiendo la manía de cambiarlo todo, la verdad. Quizá ese es mi problema.

Cuando la vida te secuestra. O crecer apesta. O cómo ser un adulto sin morir en el intento.

6.12.16

Cuando terminé mi carrera el año pasado, sabía que muchas cosas iban a cambiar. De partida, ingenuamente creí que tendría más tiempo libre: se acabaron los trasnoches, los proyectos infinitos y las maquetas que causaban dolor de espalda. Bastaría con organizarme bien y dedicarle el tiempo correspondiente al trabajo y a mis hobbies.

Craso error.

No estaba preparada para el cansancio físico y mental que arrastraba durante años, y que acabó pasándome la cuenta a mediados de este. Llevar el blog siempre conllevó trabajo y dedicación (como para todos), pero no me percaté de cuánto hasta que el hecho de escribir una sola entrada supuso un esfuerzo tan grande que simplemente me di por rendida antes de intentarlo.

Lo más triste de todo es que hasta leer se convirtió en algo que requería mucho de mi parte. Esta es la resaca lectora más larga que he tenido en mi vida. Lo peor es que al tomar cualquier libro no podía encontrar esas ansias de escapar que tenía antes, esas ganas irresistibles de perderme un par de horas en otro mundo. Los libros se convirtieron en algo muerto para mí, y la culpa de todo la tiene la rutina. Dejé que el trabajo y los deberes llenaran mi cabeza hasta tal punto que al acostarme y al levantarme lo único en lo que pensaba era en qué había hecho, y qué tenía pendiente por hacer. Los malditos pendientes de un adulto. Que si había llenado tal ficha, si había hecho ese plano, si había enviado ese correo. Así sucesivamente.

Y ni un solo pensamiento al libro que seguía acumulando polvo en mi mesa de noche. Ni a ese blog que me había acompañado a lo largo de tantos años. Ni a esas personas que conocí gracias a la blogósfera.

A principios de noviembre viajé a Santiago, y me sacudí la inercia. Me dije que las cosas debían cambiar. No podía permitir que el trabajo me absorbiera hasta ese punto. Era inconcebible. ¿Por qué no iba a poder con ello?

Pero pasaron los días, y la energía para ponerme manos a la obra no llegó.

Una noche, me puse a darle vueltas al blog. ¿Quizá me había aburrido? Imposible. El blog es mi bitácora de lecturas, el espacio donde comento las historias que pasan por mi vida. Sin embargo, sí notaba que ya no soy la misma lectora de 5 años atrás. Leo más lento, leo menos, leo sólo en la noche (casi siempre), leo cuando tengo ánimos. Es lógico que el blog sea menos activo. Así que le di más vueltas, y pensé, ¿por qué no diversificar el blog? ¿Por qué atarme a hablar sólo de libros? Puedo utilizar mi espacio como me plazca, ¿verdad? ¿Por qué no hablar de otras cosas que me gustan?

Y por eso me tienen aquí, de vuelta en Libros y Misterios. Quizá no la misma Bárbara que desapareció a mediados de año, pero sí una Bárbara que quiere renovarse sin morir en el intento, con tal de que la adultez no la consuma hasta ahogar quién es.

¿Qué van a encontrar aquí de ahora en más? Bueno, los libros no van a desaparecer. Pero sí se van a mezclar con otras de mis pasiones. Una de ellas será el mundo del té, que he desarrollado mucho este año. Puede que de vez en cuando encuentren mi opinión sobre algún animé, manga o dorama, ya que también incursiono en el mundillo oriental cuando tengo un poco de tiempo. En ocasiones hablaré de leer sin más, sin libro de por medio.

En resumen, este espacio seguirá siendo mi espacio, sólo que un poco más caótico. Así que súbanse a este tren. No sé dónde nos llevará… solo viajemos sin más.